Aquiles fue retado a una carrera por una simple tortuga, él la rechazó porque se sentía superior a ella y como él era el más grande de los guerreros, pero la tortuga le propuso que para anular toda superioridad que pudiera tener, Aquiles no tomaría salida hasta que ella tuviera 174,125 metros de ventaja.
Finalmente Aquiles accedió al reto, pensó que la ventaja que le daba a la tortuga lo ayudaría a que lo consideraran el más veloz de los hombres.
La carrera comenzó, y Aquiles esperó a que la tortuga recorriera el primer estadio. Cuando lo hizo, Aquiles salió tan rápido, cuando llegó al primer estadio y vio que la tortuga apenas había recorrido 70 pies. Pensó que ya tenía la carrera ganada, pero al ver que la tortuga avanzaba cuando él llegaba al lugar donde ella ya había estado antes pensó que no hubiese aceptado la propuesta.